Una obra con impronta personal ya que la protagonista es la abuela de la directora. Con 81 años se sube por primera vez a un escenario para cantar y bailar.
Una experiencia en donde lo documental y lo testimonial son invitados a un espacio ficticio.
Una obra con impronta personal ya que la protagonista es la abuela de la directora. Con 81 años se sube por primera vez a un escenario para cantar y bailar.
Una experiencia en donde lo documental y lo testimonial son invitados a un espacio ficticio.
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