Con la cadencia de un bolero bailado con mi madre, celebré este Día Internacional de la Danza 2012.
Para la ocasión viaje a mi pueblo natal, San Francisco de Macorís, donde vive mi madre, Gladys Victoria Bones, y enfrente donde estaba la casa en que vivíamos cuando era niño, bailamos uno de los boleros preferidos de ella y de mi fallecido padre, Porfirio Muñoz Núñez: "Dos gardenias", de la autoría de Isolina Carrillo, en voz de Fernando Albuerne. En la acera opuesta, la Iglesia Evangélica realizaba su culto dominical, cuya prédica entraba en diálogo con el bolero que bailábamos.
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Para la ocasión viaje a mi pueblo natal, San Francisco de Macorís, donde vive mi madre, Gladys Victoria Bones, y enfrente donde estaba la casa en que vivíamos cuando era niño, bailamos uno de los boleros preferidos de ella y de mi fallecido padre, Porfirio Muñoz Núñez: "Dos gardenias", de la autoría de Isolina Carrillo, en voz de Fernando Albuerne. En la acera opuesta, la Iglesia Evangélica realizaba su culto dominical, cuya prédica entraba en diálogo con el bolero que bailábamos.
(Foto: María Luisa Muñoz)