MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO INTERNACIONAL DE LA DANZA DE LA UNESCO
DIA INTERNACIONAL DE LA DANZA 2012
MENSAJE DEL DIA INTERNACIONAL DE LA DANZA 2012
SIDI LARBI CHERKAOUI
DIA INTERNACIONAL DE LA DANZA
Si usted busca en el Directorio Mundial de la Danza tomando "terapia" como
palabra clave, podrá obtener 2600 entradas con tal denomina- ción. Esto
significa que aproximadamente uno de cada cien profesionales de la
Danza proporciona alguna forma de terapia. A pesar de que un 0,01% es un
porcentaje muy pequeño, la terapia es, probablemente, la rama de más
rápida expansión de la industria de la Danza. La prolife- ración de
cursos y talleres, en esta especialidad, muestra que el número de
terapeutas de la Danza tiene el potencial de duplicarse cada año. Los
profesionales cualificados son cada vez más empleados en los hospitales,
centros de salud, hogares de personas de edad avanzada, pri- siones o
manicomios. Las prácticas privadas se multiplican, y también lo hacen
las escuelas convencionales de baile que ofrecen clases de terapia.
Este auge podría deberse al hecho de que curar a través de la Danza
depende del Ministerio de Sanidad en muchos países, por lo que la
posibilidad de financiación es incomparablemente mayor que cuando la
Danza está orientada hacia el espectáculo o el ocio. Otra razón es que
desde que nuestra moderna forma de vida ha excluido a los hombres de las
funciones principales, la gente está volviendo a redescubrir el poder
de la Danza para sanar.
La Danza, sin duda, hace que una persona sana se sienta mejor, pero
tratar de aliviar un problema psicológico manifiesto, a través de la
Danza, es otra cosa. Las sociedades tradicionales han preservado el
bienestar, proporcionando oportunidades frecuentes para bailar en las
reuniones sociales y en los rituales. Debido a que estos eventos han
sido abandonados, nuestra frustración se ha acumulado, por lo que ahora
nos dirigimos a las sesiones impartidas por profesionales para
satisfacer esa necesidad. Danzas específicas se han utilizado para curar
algunas enfermedades, por lo que se hace necesario investigar para
averiguar si esas danzas pueden ser utilizadas en la actualidad con el
mismo propósito.
Aún más impresionante es el hecho de que los pacientes se han curado, no
por su propio baile, sino por el baile de otra persona. En mu- chos
países del mundo la gente consulta a curanderos, chamanes y médicos
brujos para continuar las antiguas prácticas porque las encuentran
beneficiosas. Estas danzas, rechazadas hasta ahora por las sociedades
industrializadas, merecen un estudio serio.
La terapia de la Danza moderna, aunque sólo data de hace pocas décadas,
ha desarrollado nuevas técnicas, sólo en parte sobre la base de las
prácticas tradicionales. Se produce así un conjunto de conocimientos,
tanto teóricos como aplicados, y se establece su eficacia. Aún queda
mucho por hacer.
Urgimos a las universidades a poner en marcha los planes de estudios de
Danza terapéutica, a los gobiernos a reconocer los a terapeutas de la
Danza como una profesión específica y a los organismos de Seguridad
Social para sufragar los costes del tratamiento a través de la Dan- za
cuando sean recetados por médicos, psicólogos y otros terapeutas
reconocidos.
Alkis Raftis
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