Escena de Grease – Dance & Stage
Fotografía: Patricio Melo
En el Teatro Nescafé de la Artes se llevó a cabo este miércoles 12 del corriente, la avant première de Grease, “el musical de Dance & Stage”, compañía que dirige Gustavo Yacobucci. El musical o la llamada comedia musical, un género multidisciplinario y diverso que de tanto en tanto revive en nuestro país con alguna apuesta interesante; sin embargo, aún no ha logrado la permanencia y continuidad deseada en la escena nacional, por lo mismo; cada que vez que se anuncia el estreno de algún musical, éste genera interés y expectación. Quizás el alto costo de sus producciones son la piedra de tropiezo, más que la ausencia de talentos e intérpretes capacitados para el estilo en cuestión. Hoy por hoy, el ex-bailarín y director artístico de nacionalidad uruguaya avecindado en el país Gustavo Yacobucci, es quien, poniéndose en la brecha lleva a buen puerto una empresa casi titánica materializando el sueño que rondaba su cabeza poco más dos años. Grease, obra musical de los autores Jim Jacobs y Warren Casey, debutó en 1972 en la ciudad de Nueva York y que en la pantalla grande (1978), catapultara al estrellato a Olivia Newton-John, consolidando a John Travolta como actor.
Un montaje con ingredientes novedosos, cargado de magia y color, belleza musical y bailes atractivos nos trae la Compañía Dance & Stage y su versión de “Grease”, no es la recreación textual del film del mismo nombre; pero si, rescata lo medular del argumento para esta puesta en escena según visión del director artístico Gustavo Yacobucci. El derroche de vitalidad y energía mostrado en escena, evidencia que los artistas la pasan bien recreando el musical. Un acierto para esta temporada artística del año 2010 en lo que a musicales se refiere, especialmente en un país donde no tenemos continuidad del estilo. La alternativa concebida por el escenógrafo Eduardo Galagher para el Teatro Nescafé de las Artes, es habilidosa proporcionando buen ritmo, agilidad y dinámica al desarrollo del musical. Propone una ingeniosa y acertada escenografía modular transportada por los mismos artistas en escena cuando los cambios así lo requieren, lo que permite desarrollar en 1 hora y veinte minutos aproximadamente la historia ambientada allá por los años 50.
El argumento en sí es bastante simple y nada complejo, pero es la belleza de su música chispeante, dinámica, llena de emoción y energía lo que hace de este musical un éxito rotundo. La trama central podemos acotarla de la siguiente forma: Danny Zuko y Sandy Olsson viven una historia de amor veraniego para luego separarse al término del mismo. Ella debe volver a Australia junto a sus progenitores; sin embargo un cambio de planes por parte de los padres de Sandy, permiten a la joven quedarse en los Estados Unidos y matricularse en el Instituto Rydell, donde estudia su amiga Frenchy. Lo que Sandy no sabe... es que en el mismo instituto, también estudia Danny. Ahora bien, la puesta en escena nacional tiene en Ma. José Gutiérrez y Daniel Donoso a los protagónicos de la obra cuyo origen como cantantes podemos situarlo en los musicales y concursos televisivos. Les secundan un entusiasta elenco de bailarines-actores-cantantes junto a otros ya consagrados. La treintena de escenas que va hilando la historia de ese amor veraniego entre Sandy y Danny transcurre sin baches y es perfectamente comprensible en el resumen de la trama propuesta para la versión chilena.
La intervención de Ma. José Gutiérrez en el rol de la inocente Sandy, se puede catalogar de ajustada y redonda en términos generales. Si bien, en el primer acto nos pareció un tanto tímida en lo actoral - ¡no así vocalmente! - es bastante convincente con las exigencias del rol durante la segunda parte del programa. Ma. José Gutiérrez posee una voz bien timbrada en el registro de soprano ligera y con un buen manejo de los matices que invita a escucharle atentamente, así pudimos comprobar en su interpretación de “Hoplessly Devoted to you”. Se conduce con desplante en la escena y buen ritmo en las secuencias de baile. Quizás, un mejor apoyo en el manejo de la respiración, ayudará a la cantante a lograr la altura en el agudo evitando calar el sonido. Imprime personalidad teatral a su voz, especialmente en las interpretaciones de “Hoplessly Devoted to you”, “Look at me”(reprise) y “Your the one that I want”. Por otra parte, el joven cantante Daniel Donoso nos adentra en el personaje del díscolo Danny Zuko desde un comienzo. El intérprete vocal maneja la voz con soltura, volumen y buena colocación; poseyendo ademas, un manejo corporal interesante y natural más un buen ritmo para las escenas de baile. Actoralmente compone un personaje creíble, el cual con el correr de las funciones, lo incorporará llevándolo a una mayor interpretación durante el desarrollo del musical. Lograda su interpretación de “Greaselighting” en compañía del sexteto de amigos, “Sandy” y “Your the one that I want”. La Srta. Mc Gee, directora del Instituto Rydell en la obra, está a cargo de Liliana Ross. En esta oportunidad sentimos que la composición del personaje es quizás un poco superfluo atendiendo a las características de una directora. Creemos, sin desconocer la capacidad y trayectoria de la actriz, que faltó carácter al rol. Sus mayores logros, especialmente en “Show Rum & Coca Cola” van de la mano en complicidad con Blanche (Cristian Gajardo), su asistente. Un mayor aprovechamiento de las dotes y carisma teatral de la actriz por parte de la dirección actoral, talvés la habrían posicionado de mejor forma en el papel de la Srta. Mc Gee. La entrée por la platea seguida de su evolución hacia el palco escénico, la sitúan con mayor solidez comunicacional durante el acto segundo.
Joaquín Aguilar, el tenor venezolano radicado en Chile desde 2001 se ha desenvuelto tanto en el género operático, la zarzuela, como también en el canto popular, y es el responsable de encarnar a Teen Angel en la producción nacional. Joaquín Aguilar cuenta con un registro bastante parejo tanto en las notas bajas como centrales y agudos. Su voz es templada y con un cierto metal que la hace interesante. En el rol de Teen Angel el lucimiento es más bien vocal que actoral por la inamovilidad que esta producción le exige al rol, no obstante su interpretación vocal, está cargada de personalidad teatral la cual corre y llena absolutamente la sala. Dominio excelente del fraseo y modulación que permite al espectador escuchar claramente cada palabra emitida. Su línea de canto es definida manteniendo la altura de cada sonido. Desde lo vocal, logra una atmósfera muy íntima en la escena “Beautifull School Drop”. Luna Zurita, (Rizzo en la obra) desarrolla un personaje sólido, atrevido y en abierto contraste a la protagonista. Poseedora de una voz templada y profunda, tiene su mejor expresión en la tonalidad media-baja de su registro. Convence en su aporte actoral realizando una muy buena interpretación vocal del tema “There are worst things”. Vemos en ella una artista bastante completa para los requerimientos de un musical. La emisión de su voz es nítida y clara, apoyando el fraseo en un delicado manejo de la respiración. Nicolás Álamo, cantante con buen desplante y dominio escénico encarna a Johnny Cassino, quien realiza una muy buena interpretación en “Those Magic Change” junto al elenco. Ana José Manríquez, compone a una Frenchy ingenua y bien caracterizada en términos emotivos. Lograda es su participación en la escena “Beautifull School Drop”. Blanche, (Cristian Gajardo) un rol “in travestí” en esta versión, tiene un acertado desarrollo desde el punto de vista actoral y vocal. Un personaje fuerte, lúdico, tratado con finura y lejos de lo grotesco y la caricatura... ¡lo cual se agradece!. Logra un buen matiz de la voz para el personaje, sacando a relucir ex-profeso la identidad de género, lo cual invita a la hilaridad. La escena de mayor compromiso actoral, es quizás aquella que comparte escena con Frenchy en el cuadro tercero del acto segundo.
Las coreografías en su mayoría de Rosita Piulats, dan cuenta de su conocimiento y experiencia en materia de musicales. Va al hueso... efectistas y de primera línea con mucho ritmo y sentido del espectáculo, lo cual se ve reflejado en los distintos cuadros que la creadora propone para el musical. Cuenta además, con un muy buen elenco de bailarines y bailarinas que traducen eficazmente el ritmo y diseño que ella demanda en escena. Se ve un cuerpo de baile homogéneo, aun cuando su procedencia corresponde a diversas escuelas y estilos. Sandra Barrios, responsable de la coreografía en “Hoplessly Devoted to you”, da un sello de intimidad al sexteto compuesto requiriendo de una mayor técnica en las evoluciones y frases diseñadas. Ana Manríquez y Cristian Gajardo, aportan lo suyo coreográficamente hablando en “Those Magic Changes” y “Rum & Coca Cola”. La dirección actoral corresponde a esta misma dupla (Manríquez - Gajardo) que en el contexto general puede entenderse como ajustada y satisfactoria.
La iluminación y diseño de luces (Alberto García); vestuario (Rodrigo Flores); maquillaje y caracterizaciones ( Ximena Pérez y Fabiola Catalán); Apliques, pelucas y peinados (Mauricio Cid); dan testimonio de sus respectivas capacidades y experiencia relativo al mundo del espectáculo. La dirección orquestal a cargo de Luis Alberto García, cumple el objetivo primero de exponer la música con fidelidad y estilo; y segundo, ser una buena acompañante para los artistas del canto y la danza.
Conclusiones: Se agradece la puesta en escena de Grease, “el musical de Dance & Stage” desarrollada con grado de alto profesionalismo y cuidada producción, como igualmente el interés de Gustavo Yacobucci para rescatar este entretenido y hermoso estilo musical. Pensamos que una temporada de 12 funciones no refleja el arduo trabajo que significa un montaje de esta envergadura; por lo mismo, ojalá pueda extenderse el plazo en cartelera del musical en cuestión ya sea en la misma sala u otra de similares características. Finalmente decir: ¡Llevarla a provincias es un deber !
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