IN MEMORIAM
VICENTE BLASCO IBÁÑEZ 28-1-2011
Encumbradas en la cúspide
del olimpo de la floresta
arreboladas por la efigie
de rutilada escritura esbelta.
Van insomnes ecos levitando,
entre sinuosos pinceles y lienzos,
plasmando hilaridad y llanto,
aldrajes enhebrando llantos.
Adhiriéndose a la tierra,
tersas donosuras y azahar,
rosa de los vientos, tinieblas,
relente del cristalino mar.
Apostando por indelebles
en resignación descollando,
procuras paz a hombre inerme,
siervo de la haz de su campo.
Mujeres, hombres del mar,
entre los relieves altaneros,
temoso dogmatismo sin par,
sesgando almas sin duelo.
Entre magno engranaje,
surge imperiosa y garrida,
tu ilustre voz en socaire,
en pos de mancilladas vidas.
Acuden huestes a tu ideal,
topándose con la entereza,
sevicia escudada en sideral,
la remites en lid a la huesa.
Brotan de manos armiño,
esencia de buen hombría,
briscando en fiel estilo,
a tu tierra en ambrosía.
Y en la lejanía, nostalgia,
te hace mella, amor de hijo,
por la tierra que ensalzas,
enarbolando en ella tu hito.
Son tus palabras acrecencia,
tus letras hiel, lírico canto,
y tras tu imagen, tu estela,
a Valencia va reverberando.
Sus delicias, agrias penas,
florituras, inane gloria,
desencantos y cadenas,
crepúsculos en la aurora.
Inherente en tu tierra,
en su gen y costumbres,
meollo de empírea esencia,
destellas en hijo ilustre.
Los imparables años
transforman las primaveras,
tus letras las irán pintando
como si terrenal vida tuvieras
Ana Arias Saavedra,
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