"VOLVER"
Fotografía: Gonzalo Muñoz
Critica de Danza
Por Charles Benner
(Desde Concepción)
24 /10 / 2017
La escasa oferta artística en cartelera referida al arte coreográfico penquista, se vio recompensada los días 13 y 14 de octubre en la sala del Teatro Concepción tras la puesta en escena de “Volver” de Paola Aste e interpretada por el Colectivo Calaukalis. La premiada artista local quien desde hace unos años desarrolla su actividad en diferentes centros artísticos de Santiago, ha concedido un paréntesis volviendo a su natal Concepción para retomar, reconstruir y reposicionar la creación de contenido en la escena local. Si bien, la ciudad de Concepción cuenta con un amplio movimiento danzante en diversos estilos además de entusiastas cultores del folklore, baile árabe y rutinas del ballroom entre otras expresiones recreativas; la danza de culto, aquella que requiere elaboración escritural basada en un lenguaje codificado de alta escuela y sólido respaldo técnico sumado a cuerpos preparados para su ejecución, aún es una realidad distante en la urbe del Gran Concepción. Por ello, cuando surge una propuesta interesante de inmediato concita la atención de la crítica especializada.
A finales de 2012 Paola Aste nos brindó “Ay de mi Violeta”, pieza coreográfica de gran valía cuyo éxito le ha significado vigencia hasta el día de hoy. En aquella oportunidad, el montaje para el Colectivo Calaukalis contó el respaldo financiero del Gobierno Regional del Bío Bío. En esta ocasión una nueva propuesta la posiciona una vez más como el gran referente creativo de la danza moderna y contemporánea penquista. Esta vez “Volver” es el título de la obra y corresponde a un Proyecto Fondart de Creación Regional 2017 en la interpretación del Colectivo Calaukalis. Por otra parte, la pieza coreográfica lleva la firma de su hermano Cuti Aste en la composición musical.
Paola Aste, retorna a la escena local proponiendo un lenguaje más cercano a la danza contemporánea que aquella basada en los tratados de la danza moderna o los principios de la Técnica Limón los cuales le observáramos en creaciones pasadas. “Volver”, volver del dolor, de la angustia, de la alegría… en fin, un volver desde la memoria emotiva profunda y otras algo superfluas en una variada paleta tonal nos ofrece la coreógrafa en esta danza. Pieza sin línea argumental o narrativa explícita nos pasea estrictamente por el corpóreo. El intérprete, un cuerpo humano en movimiento cuya memoria registra acontecimientos de la vida en diversas e intrincadas facetas, entrega una danza cargada de dinámicas e intensidades diversas constituyendo un reservorio de imágenes almacenadas en distintas tonalidades que surgen gradualmente a medida que se activa la memoria y el cuerpo recuerda. Advertimos un dedicado trabajo exploratorio del movimiento especialmente en lo que refiere a la extremidad superior. Desde lo conceptual, Paola Aste concreta ideas dando fluidez escritural a la pieza danzada. Un pasado reflexivo llevado a un presente racional. Una radiografía corporal develando las profundidades del alma, aquellas que a veces la razón intenta olvidar.
Música sugerente, interesante experimento carente de armonía estructurada plantea el compositor para respaldar la idea escritural de la coreógrafo. Cuti Aste recurre a lo que podríamos llamar “estímulos sonoros” para el desarrollo compositivo de esta pieza bailada. Nada definido en cuanto a forma musical o estilo reconocible; pero sí, un soporte concreto para la arquitectura de la obra. Agudizando el oído, podemos identificar un leve guiño referido al son impresionista.
Definitivamente estamos frente a una composición exploratoria, de laboratorio musical cercano al género de la música incidental y concepción contemporánea que justifica su estructura sonora solo en la acción escénica. Al no existir melodía definida (excepto un pequeño pasaje), pulso latente y ritmo concreto, la creación de Cuti Aste debe ser “oída” con los ojos muy atentos.
El diseño escénico y concepto visual obedece a la imaginativa plástica propuesta por Ricardo Sepúlveda. El uso de transparencias como apoyo escenográfico permite mostrar la historia de los cuerpos y su ascendente psicológico en plenitud. Imágenes de genuino impacto dramático y otras de contenido más liviano, transitan amigablemente en la escena.
Los bailarines Eduardo Aguilera, Andrea Briano, Macarena Nahuelcura y Juanita Paz Saavedra; respaldan en propiedad la demanda solicitada por la coreógrafa en los aspectos técnicos de la danza y sus trayectorias, y mayor solidez en el área de la interpretación. El diseño de luces realizado por Mauricio Campos es rico en intensidad y temperatura creando atmosferas muy acertadas para esta composición danzada.
En cuanto al vestuario, advertimos una elaboración cuidada acorde al concepto y diseño integral. Ello se agradece, ya que en ciertas ocasiones hemos asistido a muestras coreográficas donde el vestuario no constituye un aporte a la creación transformándose finalmente en un estorbo visual. Evidentemente, en esta ocasión estamos frente a un grupo de trabajo con tareas asignadas y cumplidas a cabalidad. Sin temor a equivocarnos, podemos aseverar que los recursos entregados por Fondart para esta producción y creación, están plenamente justificados.
Conclusión
Paola Aste, referente obligado de la danza moderna-contemporánea y baluarte regional, debiese contar con un verdadero respaldo institucional en vías de recuperar aquel valioso emprendimiento que un día realizara en la ciudad de Concepción cuyo aporte dejó huellas tan profundas, que hasta hoy nadie ha vuelto a transitarlas con solidez y propuesta de altura. Una carrera universitaria referida a la danza en la Región del Bío Bío no sería una idea descabellada. Tal vez un bien necesario y un retorno
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