Anne Teresa De Keersmaeker
“La danza debe ser un lenguaje que explique lo que somos hoy”
José Manuel MORA
A principio de los años ochenta una joven de veinte años, Anne Teresa De Keersmaeker (Mechelen, Bélgica, 1960), presentó como alumna de Mudra (la escuela fundada por Maurice Béjart) Asch, la primera pieza de una de las coreógrafas que cambiaría la concepción de la danza contemporánea en Europa. A su paso por la New York Tisch School of the Arts y tras entrar en contacto con la American Post-modern Dance, Anne Teresa fundó su propia compañía, Rosas, con la que presentó en 1983 el ya mítico espectáculo Rosas danst Rosas.
La base de su trabajo con los bailarines de Rosas:“Enfrentarse a la danza con seriedad, como un lenguaje que pueda explicar lo que somos hoy”. Rosas danst Rosas
La música de Thierry de Mey y Peter Vermeersch, creada en conjunción con la partitura coreográfica de Keersmaeker, fue una de las fuerzas motoras del espectáculo. De hecho, a partir de Rosas la relación entre música y movimiento se convertiría en una de las constantes del trabajo de la coreógrafa. Con el paso del tiempo, Anne Teresa se ha ido alejando cada vez más del vocabulario físico que se adecuaba a la perfección a la calidad de sus movimientos como bailarina y ha venido desarrollando un lenguaje corporal hecho a la medida de la especificidad de cada bailarín con el que trabaja. La fuerza de su danza se encuentra en la tensión de este vocabulario físico y personal que Teresa logra encontrar para cada performer y una poderosa estructura dramatúrgica que constituye los cimientos de su creación.
Inspiración pop
The Song, fue el resultado de la estrecha colaboración entre diez bailarines, los artistas visuales Ann Verónica Janssens y Michel Francois y la propia Teresa. “La idea era continuar con la búsqueda del origen y la naturaleza del movimiento, una búsqueda que ya empezó en otras producciones previas como Zeitung y Keeping Still. ¿Cómo organizar tiempos y espacios en un eje vertical y horizontal a través de la danza dentro de los límites del tiempo del espectáculo y dentro del espacio teatral? A lo largo del proceso hubo un fuerte deseo de economía de significados, una suerte de estética ecológica en la que intentamos hacer más con menos y revelar la musicalidad del movimiento. Para ello utilizamos el White Album de The Beatles como fuente de inspiración para el movimiento y utilizamos algunas de sus canciones como material de trabajo... canciones pop que, de alguna manera, todos podíamos reconocer y que, en alguna que otra ocasión, habíamos cantado en soledad… Hay un intento de reducirlo todo a algo muy básico y elemental, considerando este todo como energía materializada del trabajo del bailarín”. Por otro lado, continúa Anne Teresa, “la combinación de una construcción medida al milímetro con ciertas zonas de improvisación ha sido una herramienta importante en mis últimos trabajos”.
The Song, fue el resultado de la estrecha colaboración entre diez bailarines, los artistas visuales Ann Verónica Janssens y Michel Francois y la propia Teresa. “La idea era continuar con la búsqueda del origen y la naturaleza del movimiento, una búsqueda que ya empezó en otras producciones previas como Zeitung y Keeping Still. ¿Cómo organizar tiempos y espacios en un eje vertical y horizontal a través de la danza dentro de los límites del tiempo del espectáculo y dentro del espacio teatral? A lo largo del proceso hubo un fuerte deseo de economía de significados, una suerte de estética ecológica en la que intentamos hacer más con menos y revelar la musicalidad del movimiento. Para ello utilizamos el White Album de The Beatles como fuente de inspiración para el movimiento y utilizamos algunas de sus canciones como material de trabajo... canciones pop que, de alguna manera, todos podíamos reconocer y que, en alguna que otra ocasión, habíamos cantado en soledad… Hay un intento de reducirlo todo a algo muy básico y elemental, considerando este todo como energía materializada del trabajo del bailarín”. Por otro lado, continúa Anne Teresa, “la combinación de una construcción medida al milímetro con ciertas zonas de improvisación ha sido una herramienta importante en mis últimos trabajos”.
De Keersmaeker estudió en su infancia ballet clásico en la Escuela Lillian Lambert, mas tarde ingresó en la prestigiosa escuela Mudra de Béjart y, en 1981, en la Escuela de Artes Tisch de la Universidad de Nueva York. Desde 1992, Rosas, es la compañía residente del Théâtre Royal de la Monnaie. En 1995, la coreógrafa fundó la academia de danza P.A.R.T.S. (Performing Arts Research and Training Studios) que hoy en día es uno de los centros de danza contemporánea más importantes de Europa donde se imparte un programa de cuatro años de estudio y acoge a estudiantes talentosos de todas partes del mundo.
dia-internacional-de-la-danza-2011