Teatro (67)

Hermosa recolpilación de entrevistas a Pina Bausch/ Radar

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5413-2009-07-05.html DESPEDIDAS > ADIOS A PINA BAUSCH (1940 - 2009) Los pasos perdidos Por Pina Bausch

¿Hago teatro o hago danza? Una pregunta que no me planteo jamás. En todo caso la respuesta puede que esté en la definición de mi compañía: se denomina de teatro y danza. Las dos disciplinas van juntas. Yo lo que trato es de hablar de la vida, de las personas, de nosotros, de las cosas que se mueven... Mi suerte llegó cuando la Folkwang Schule se instaló en Essen, una ciudad a unos 30 kilómetros de mi casa. En 1955 entré a estudiar ballet con Kurt Joos, su director y uno de sus fundadores. El era un nombre esencial en la danza contemporánea; yo tenía quince años. Me fui empapando de todas las disciplinas: era una escuela peculiar que combinaba ópera, teatro, música, escultura, pintura, fotografía, pantomima, artes gráficas. Ese contacto con todas las artes me abrió los ojos y ha influido poderosamente en mi creación. Hasta hoy no concibo una danza divorciada del resto de las expresiones artísticas. Con Joos tuvimos una relación muy cercana, puedo decir que fue un poco como mi segundo padre y, durante un tiempo, hasta viví en su casa. También era su asistente, alguna vez dirigí sus ensayos, ordenaba sus agendas de trabajo. Una relación muy personal que ni siquiera recuerdo cómo se fue profundizando, pero que hizo de Kurt la influencia más fuerte en mi carrera: me marcó a fuego. Me enseñó que lo esencial es encontrar el propio camino. Yo quería –y quiero– solamente bailar. Por eso, nunca pensé en ser coreógrafa. La danza es mi única meta. Pero, a fines de los años ‘60, sentí que me sobraba tiempo. Me faltaba algo, no sabía qué. Entonces empecé a escribir con mi cuerpo. Me salían pequeños textos envolventes, profundos, otros divertidos o esperanzados. El humor ha sido importante en mi escritura. Escribía con mis brazos, con mi vientre, con mi espalda. Así salió Fragmento en 1968 y mi rol de Ifigenia. Pero el punto de partida fue siempre la danza. Lo hice por mí: yo era quien quería bailar. De a poco, algunos compañeros quisieron integrarse a mis invenciones, me pedían pasos, movimientos. Así, una de las experiencias más importantes de mi vida fue cuando me pidieron dirigir mi propia compañía, en 1973. Ponerme a la cabeza del Tanztheater Wuppertal Pina Bausch fueron palabras muy grandes. Hasta entonces, yo creaba en libertad y la rutina me aterraba. ¡No quería encerrarme en un teatro! Pero me insistieron tanto que acepté. A los 33 años tuve que enfrentar, por primera vez, a 26 bailarines. Me preparé mucho: anotaba todo. Nunca había escrito ballets largos, sólo trozos pequeños y éste era un tremendo desafío. Pasé el primer día temblando de miedo y de emoción. Me obligué a cerrar los ojos y a sentir. Entonces decidí que todos los comienzos partirían de mi ser como bailarina. Desde siempre, busco una forma de expresar lo que siento, y puede suceder que esa forma no tenga ninguna relación con lo que entendemos como danza. También ocurre que alguien al ver que los movimientos son simples, piense que no es danza, pero sí lo es para mí. En mis espectáculos hay mucha danza, incluso cuando los bailarines no se mueven. Una caricia también es danza. Observo cuanto puedo todos los ámbitos de la vida. Son ésas las únicas imágenes que permito que me influyan. Para mí, nuestra vida deber ser la gran exploración. Lo que determina mi proceso creativo son los hechos exteriores. Abrir los ojos para ver lo cotidiano de otra manera, mantener la ingenuidad de la mirada, para cuestionar lo banal, y descubrir secretos. Yo fui una gran tímida de niña. Y vivía con mucho susto, un sentimiento que aún conservo y que, en parte, ha sido mi motor. El miedo mueve. El miedo hace crear porque tú quieres inventarte un mundo donde tus ideas y tus sueños funcionen. Desde muy chica quise ser bailarina, nací en 1940 y Alemania estaba en plena Segunda Guerra Mundial, un tiempo de sacrificio. Como hablar me daba miedo, como nunca encontraba las palabras adecuadas, sentí que el movimiento era mi propio lenguaje. ¡Por fin me podía expresar! El movimiento me abrió las puertas hacia la vida. Vivíamos muchas carencias en mi familia y en el país, pero, a los cuatro o cinco años, alguien me llevó al ballet en Solingen. Todavía recuerdo ese escenario brillante, lleno de luces: entonces supe que bailar sería mi existencia. Me han preguntado a veces cómo es que, después de 40 o 50 años, aún no tengo todas las respuestas de la danza. Digo que no sé, que aún el proceso me intimida. Todavía me asusto como la primera vez. Nunca sé qué saldrá... todo lo que puedo prometer es que, de nuevo y siempre, voy a tratar. Siempre estoy tratando. Mi trabajo es totalmente naïve. Suena raro, pero es tal cual, algo simple que todos queremos compartir. He vivido historias de amor increíbles. Han sido capítulos de mi existencia que han marcado mi vida personal y me han dado mucha felicidad. Pero cuando me preguntan si he sido feliz, digo que lo que he sentido casi siempre son sentimientos encontrados: felicidad mezclada con preocupaciones. Pienso que a veces esa sensación tan fantástica queda guardada bajo el cotidiano. Como escondida. Estas palabras de Pina Bausch fueron tomadas de diversas entrevistas.
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El intérprete conscienteDel 15 al 26 de juny, de 10 a 14h..Los veteranos de la danza Arthur Rosenfeld y Ana Teixidó hacen obras que tratan de expandir el registro de danza examinando temas difíciles. Para este taller han escogido el tema: Como Éramos: Recordando la InocenciaTodos sabemos lo que significa haber perdido parte de nuestra pureza, y todos recordamos hasta cierto punto lo que era nuestra belleza natural. Estos son sentimientos universales, la fuente básica de inspiración de innumerables poetas. El desafío reside en encontrar una manera de comunicar algo esencial y accesible sobre la condición humana a través de la danza, más allá de lo que se pueda conseguir con la palabra escrita o hablada.DESCRIPCIÓN DEL TALLER:Para este taller seguiremos un proceso similar a cuando creamos un nuevo espectáculo.Además en el taller trataremos de desarrollar herramientas que un bailarín o coreógrafo necesita para expresarse de manera coherente y eficiente a través de lenguaje de la danza. Para transmitir un mensaje claro, uno tiene que encontrar el lenguaje correcto para cada ocasión. Esto requiere una comprensión sofisticada de cómo los gestos, las expresiones, el ritmo y las cualidades dinámicas pueden ser interpretados por el público. También tener la habilidad de saber que es lo que uno realmente quiere comunicar a los demás. Para todo esto necesitamos imparcialidad, una observación hábil, y hacerse a uno mismo las preguntas correctas.Pondremos el énfasis del taller en encontrar las preguntas más esenciales para hacerse a uno mismo, tratando de cultivar un distanciamiento objetivo en nuestra expresión corporal.”A QUIEN VA DIRIGIDO: profesionales avanzados interesados en la danza y/o el teatro.INSCRIPCIONES:Si estás interesado en asistir al laboratorio, envia un e-mail a: aula@lacaldera.info con una biografia (màxim 1 pàgina) hasta el 8 de junio. Se avisará a los seleccionados a lo largo de la semana para formalizar la inscripción y efectuar el pago.Máximo 25 places. PARA ESTE CURSO SE HACE SELECCIÓN DE CURRÍCULUMS150 €.75 €. Precio especial para los bailarines de las compañías socias de la Caldera.La Caldera - C/ Torrent d'en Vidalet 43 - 08012 BARCELONA – Tel /Fax:+34 93 415 68 51 - lacaldera@lacaldera.info - www.lacaldera.info
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AL CIERRE, CARTA ABIERTA Este sábado 31 de enero, después de 5 años de trabajo, hemos cerrado la sala de escenalborde y con ello, se pierde un espacio ganado para la ciudad y las artes escénicas. Tal como lo imaginamos en el 2003, esta sala ofreció, a quienes se mueven por y en el circuito escénico, un espacio para que artistas - chilenos y extranjeros - y público compartieran. Por esto, las preguntas no tardan en llegar: ¿por qué? A muchos les cuesta entender, ya que levantamos una sala, gozamos de una buena imagen, nuestra gráfica es visible en la ciudad, realizamos seminarios internacionales y nuestro trabajo es reconocido tanto a nivel nacional como internacional. Entonces, ¿qué pasó? Pesó la realidad y resulta difícil exponer, en pocas palabras, los motivos que nos llevan a declarar el cierre de la sala. Es un hecho que las artes escénicas no son rentables ni lograrán ser autosustentables en Valparaíso, puesto que no existen las condiciones para ello, aunque el discurso turístico-cultural que se respira en el entorno porteño diga lo contrario. De muestra un botón: el desgaste provocado por la realización del Festival Danzalborde por el escaso apoyo de la Institucionalidad cultural. Durante las dos últimas versiones, el Festival se ha realizado en gran medida, gracias al esfuerzo como plataforma, que ha logrado una gestión internacional superior a los $30.000.000 anuales, más el aporte propio de largas horas de trabajo. Este aporte, contrastado con el total del presupuesto cultural 2008 del municipio o del área nacional de danza del CNCA, ponen esta cifra como un referente. Es una contradicción, si pensamos que el Festival puso el nombre de Valparaíso en el mapa internacional de la actividad cultural desde la danza y con ello ha aportado a la imagen de la ciudad. Tal como lo hemos experimentado, estamos en una ciudad que se presenta como un receptáculo precario para el desarrollo de las artes en general y más aún para las artes escénicas. Una ciudad que gracias a su nombramiento de Capital Cultural y Patrimonio de la Humanidad, es víctima de especulación inmobiliaria en torno al turismo-cultural. Aún no se ha logrado entender realmente que la actividad cultural es un capital significativo para el desarrollo de la sociedad entera; esto se hace más evidente cuando vemos que las inversiones apuntan hacia restaurantes, hostales y hoteles, y constantemente se pone énfasis en que los artistas deben acercarse al lenguaje empresarial, dejando de lado que la empresa puede y debe acercarse a las artes. Cuando la entrada debe costar $1000 o $2500 pesos desde hace 10 años para que asista público, cuando se invierte alrededor de 700 millones de pesos en el período de un mes en mega eventos culturales gratuitos a la ciudadanía -sin ver cómo eso repercute en los artistas y salas locales- la contradicción abruma. No obstante, el asunto no se trata sólo de dinero, ya que a esto se suma el escaso diálogo que existe entre las instituciones y los actores culturales respecto de cómo articular un Valparaíso para la cultura. Ahora bien, una inversión de esa magnitud podría llegar a la comunidad en base a la misma idea de gratuidad e impulsando a compañías y espacios alternativos, generando redes y circuitos que potencien el espacio territorial que es Valparaíso a través de acciones coordinadas; por ejemplo, subvencionando una parte de las entradas de las salas para activar el circuito escénico, beneficiando a una mayor cantidad de actores. Nuestra sala, al igual que otros espacios que se han cerrado, podrían estar funcionando y aportando en un clima de voluntad, diálogo y entendimiento. Y si miramos el territorio nacional, sin ir más lejos, hoy cierra también en Concepción la sala de Calaucán, espacio emblemático de la danza nacional con una larga trayectoria en el trabajo profesional desde regiones. En Valparaíso, lo que sucede en este contexto, es que cuando aparece un nuevo actor que tiene la capacidad de producir en base al fondo del Estado, genera un desequilibrio que termina por aplastar a los independientes si no está dispuesto a mirar y dialogar. Desde este punto de vista, el Estado no puede convertirse en un competidor de los actores a los que se supone debe fomentar. A esto, se suma que el sistema cultural en Valparaíso es muy frágil. Competir con la amplia oferta cultural gratuita, genera una dinámica que impide que las salas puedan surgir. No olvidemos que en la ciudad, históricamente, las salas se cierran; El Círculo y Teatro la Matriz, son un buen ejemplo; en su momento hubo un circuito informal para las artes escénicas en la calle Aldunate que desapareció sin que nadie viera en él una aporte a la ciudad. Por otra parte, sentimos el cansancio de buscar permanentemente canales de asociatividad de cogestión con instituciones privadas y públicas no asistencialista, donde se persiga objetivos compartidos y no sólo se “nos ayude”. Paradojalmente, nuestro trabajo y logros son mencionados en discursos y estudios estadísticos; pero nuestras invitaciones a compartir acciones no son acogidas. Hacemos la crítica respecto del vínculo como actores culturales con las instituciones que se preocupan por la cultura desde lo macro. Qué nos mueve, qué los mueve, cuáles son nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos y cuáles son sus deberes y obligaciones como instituciones de Estado, cuáles son las de los privados que también forman parte del tejido social y cuáles son las responsabilidades que, uno por iniciativa propia, decide asumir. No queremos que estas afirmaciones sean recibidas como quejas en busca de culpables; también hacemos autocrítica. En este sentido, nuestro principal error ha sido mostrarnos al entorno desde la solidez que nos da el tener claro qué hacer y hacerlo seriamente. En el entendido de que la sociedad se construye entre todos, es que pensamos que nuestro trabajo ha sido un constante aporte al crecimiento cultural de la ciudad. Desde su línea de capacitación, escenalborde utilizó la sala como espacio para la formación en artes escénicas mediante un diplomado, un plan anual integral, en residencias de creación y constantes ciclos de talleres abiertos de danza y teatro, consolidando un equipo de excelentes docentes que colaboraron con toda su experiencia en los pasacalles 2006 y 2008. También fue un espacio de producción, donde las ferias de diseño independiente fueron una oportunidad para aquellos jóvenes talentos del diseño local para dar a conocer un producto creativo y de calidad; fue escenario de compañías y de creadores interesados en la investigación y en el compartir sus procesos, educándonos junto al público y promoviendo así el intercambio tan necesario en el campo de la creación. Finalmente, el camino construido con nuestro trabajo diario y el de muchos que han pasado por esta sala, se concentra y vierte también en la realización anual del Festival Danzalborde. En síntesis, hemos contribuido esforzadamente, al igual que muchos, a descentralizar la cultura y hemos participado en redes de apoyo que han permitido el desarrollo de las artes escénicas. Pese a todo lo anterior, la sala cierra. Sin embargo, nuestro proyecto es una responsabilidad asumida con el entorno social de forma voluntaria, pero en la medida que se inserta en el tejido social, se vuelve público. Hacemos en el contexto de la ciudad y el país, movemos desde la danza y las artes escénicas nuestras ideas para construir día a día nuestro entorno. Aportamos a la construcción de una sociedad mejor en la medida que nuestro trabajo como profesionales lo permite. Esta semana la sala reunió, a través de diversos seminarios, a docentes y alumnos provenientes de Alemania, Francia, Irán, Brasil, Argentina (Córdoba, Mendoza, Rosario y Buenos Aires) y Chile (Coquimbo, Iquique, Santiago, Villa Alemana, Quintero, Valparaíso y Viña). Mientras escribimos estas palabras, 25 personas trabajan por última vez en el salón de la sala escenalborde, y discuten en profundidad sobre el lugar del cuerpo en la creación escénica, compartiendo reflexiones que dejan entrever diferentes miradas y entendimientos, diferentes acentos y procedencias, pensando juntos cómo construir nuestro hacer. Y hoy nuestra sala deja de existir y a nadie le preocupa realmente, más que a nosotros mismos. Lo que felizmente podemos decir, es que ese “nosotros” es más grande de lo imaginado, es un nosotros que trasciende a la danza misma, y trasciende los bordes de la ciudad, tal como al nombrarnos y soñar nuestro proyecto nos lo propusimos. Todo el trabajo realizado nos permite decir hoy que la siembra ha sido poderosa. Nuestro trabajo se centra en las artes escénicas y es desde allí que trazamos todas las conexiones posibles para aportar a la construcción del tejido social de la ciudad y el país, poniéndonos siempre en un contexto internacional. Sólo podemos decir que, pese a todos nuestros esfuerzos, no confluyeron visiones y voluntades. La sala se cerró, pero seguimos creyendo en el proyecto escenalborde. Como directores queremos agradecer a todos los que trabajaron con nosotros en la construcción de este espacio. Al equipo de gestión, diseñadores, compañías, creadores, docentes, medios de comunicación, colaboradores, alumnos, público, amigos y a nuestras incondicionales familias que también vivieron escenalborde, infinitas gracias. Rocío Rivera e Iván Sánchez Directores escenalborde Valparaíso, 31 de enero de 2009.
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montajedecadente.blogspot.com/

http://www.alternativateatral.com/obra13389-el-matadero-un-comentarioEsteban Echeverría nos legó en El matadero una mirada descarnada de la sociedad porteña cercana a 1840, deteniéndose con fruición en el salvajismo de los más acérrimos adeptos a Juan Manuel de Rosas. Como contraparte, hace aparecer en medio de tanta incivilidad a un mozo unitario, al que describe regalándole a los opositores una imagen victimizada, vanagloriosa y por sobre todo muy romántica. Es más: probablemente el mismo Echeverría – mientras disfrutaba de las tertulias montevideanas– quiso verse ennoblecido en ese personaje que se autoinmola mediante un rapto de furia.A partir de este material encumbrado en el panteón de las letras nacionales, este texto profundiza la mirada y sabe encontrar en él noticias de toda la vida argentina. Los dos personajes arquetípicos, el Cajetilla y el Mazorquero, rompen con su tiempo gracias a dos citas que de manera muy inteligente incorpora Emilio García Wehbi: el unitario exclama “¡Viva el cáncer!”, la frase acuñada por el antiperonismo mientras Evita agonizaba, que enlaza ideológica e históricamente con la muerte de Encarnación Ezcurra, esposa de Rosas, aún reciente cuando los acontecimientos de El matadero; en tanto que el federal gritará “¡Que venga el principito!”, declaración de patoterismo chauvinista que hizo célebre el dictador Galtieri (o, quizás mejor, la declaración lo hizo célebre a él).Así, uno y otro encarnan casi dos siglos de antagonismos. En esa permanente contraposición (que hoy algunos aprovechadores de la política quieren hacer creer que empezó ayer), uno y otro no corren paralelos, pues sus posturas se modifican. Uno y otro se entrecruzan: el Cajetilla encarna el librepensamiento antirrosista y la noche de los bastones largos, el impulso a la inmigración y la xenofobia de barrio privado, el anticlericalismo liberal y el “Cristo vive” en los aviones que bombardearon Plaza de Mayo, la ley 1420 y la destrucción menemista de la educación pública, el desprecio a la acción social de Evita y el apoyo a la entretenedora Susana, el lema “Paz y administración” y el desguace del Estado con represión de la protesta social. Su contraparte, por supuesto, también varía su posicionamiento, como transitando en un permanente rodeo a un punto del que están siempre equidistantes. Y en el actuar y el decir del Mazorquero percibimos tanto las rebeliones para no seguir a Mitre en la guerra contra el Paraguay como el ciego fervor del 2 de abril de 1982, la infructuosa espera peronista de las órdenes del líder en septiembre del ’55 y la espontaneidad horizontal del Cordobazo, las luchas de los trabajadores alentadas por los anarquistas y la domesticada afiliación al gremialismo de “los gordos”. Si pudiéramos verlos en un gráfico, su traza se asemejaría a una doble hélice, como la del modelo que expusieron Watson y Crick para el ADN. Quizás en esa traza de mutuos cruces y cambios de posicionamiento haya algo de nuestra genética social.Para todo esto y para mucho más nos autoriza (y alienta y equipa) García Wehbi al agregar al título de este trabajo apenas dos palabras: “un comentario”. Con eso se exime de decir todo y, a la vez, abre el objeto comentado a decir mucho más. Y bien que lo ha logrado.Brasas, humo, carne, cuchillos, barro, polvareda, sangre y escupitajos conforman un escenario propicio para el Mazorquero, desafiante y brutal, cuya voz atronadora, áspera y rasposa vomita palabras menos necesarias para despertar el temor ajeno que para sostener la propia seguridad (real efecto de todas las consignas que vivan la muerte, salgan de boca de los fascistas españoles o de los cultores de la mano dura locales). Distante en un principio, el Cajetilla va haciendo oír cada vez más su educada voz y desplegando su soberbia (que no es más que la fanfarronería de la gente bien), hasta que el desenlace es inevitable. Entre tanto, el coro dibuja para nosotros, a modo de decorado impalpable, los paisajes geográficos, políticos y éticos en que se desarrolla esta tragedia, la nuestra, la nacional, lo que a su vez permitió al escenógrafo Norberto Laino concentrar su trabajo en pocos pero precisos elementos.Un toro (o vaca u hombre o mujer, qué más da), rehén de la brutalidad imperante y víctima de su propio y dosificado faenamiento, al igual que en la pieza de Echeverría, intenta huir. Con la diferencia de que aquí todas y todos lo vemos pasar, desesperado, huyendo de los tormentos, y así se nos convierte en cómplices de su previsible fin. El toro, a no dudarlo, algo habrá hecho.Ambos protagonistas, Federico Figueroa como el Mazorquero y Pablo Travaglino como el Cajetilla, imponen sus personajes tanto desde la precisión coral como por las muy buenas actuaciones que despliegan. Alejandra Ceriani impacta al resolver la inmensa tarea de dotar a ese toro –agonizante y martirizado– con una elocuente plasticidad corporal.Compositor y director musical, Marcelo Delgado se ha nutrido de variadas fuentes, logrando un vigoroso e inquietante soporte sin instrumentos para este relato, siendo esencial para éste pero sin ponérsele por delante. Cuenta aquí también con la indispensable y noble labor del coro formado por Adrián Barbieri, Alejandro Spies, David Neto, Juan Francisco Ramírez, Martín Díaz y Pol González.Encontrá la ficha artística y técnica y la información de las funciones de El matadero. Un comentario en este link a Alternativa Teatral.Publicado por Lucho Bordegaray
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Calypso para el amor

La Compañía de Danza OTRAPIEL estrena "CALYPSO PARA EL AMOR" los días martes 28 y miércoles 29 de Abril a las 20:00 horas en el Auditorio Manuel de Falla, del Centro Cultural de España Juan de Salazar.El acceso es libre y gratuito. Si bien la Compañía viene trabajando desde diciembre del 2007, esta es la segunda obra de larga duración a ser estrenada en el Centro, ademas de contar con obras cortas "DE CIERTO DESIERTO" y "TE PARTI LA MELANCOLI" estrenadas en mayo del 2008; y la reciente "VOGO" estrenada en la ciudad de Saltos, Brasil en enero del 2009. Sobre el argumento de la obra trata de cuatro parejas que se encuentran en una misma casa y del CALYPSO, sustancia mágica que hace una suerte de cupido entre ellas, donde cada individuo se relaciona, de acuerdo al entorno que les toca habitar y la manera en que el CALYPSO es bebido por los mismos…la obra es de lenguaje contemporáneo, fresco, cómico, de situaciones hasta fantasiosas pero con un toque de cotidianeidad, dentro del lenguaje de la danza teatro. Otrapiel está conformado por: Natalia Fuster, Diana Fuster, Giselle Montanholi y Natalia Aldana (Ballet Nacional), con la colaboración actoral de Rodrigo Calonga, Anahí Duarte, Mauricio Martínez, Fabián Leguizamón y Chito Santacruz. Con la asistencia en actuación de Augusto Toranzos y la iluminación de Albertoi Castillo. Cuenta con el apoyo del CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA JUAN DE SALAZAR y El Estudio Centro de Investigación y Divulgación Teatral.

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